This place is about me and the things I love. I will write about NY, technology, photography, wine, economy, Spain, US, and anything else that come to my mind.
October 12, 2007
Un día agitado!
Mis días son normalmente bastante completos - de 14 a 16 horas de trabajo diarias, parón para comer de 10 minutos, empezando sobre las 7 am, multitarea permanente,... No obstante, de vez en cuando los astros se alinean para hacerlo todo más exigente. Este fue mi horario el pasado martes:
4 am Arriba, ducha y al aeropuerto para empezar (3 horas de sueño desde ayer)
6 am Reunión para preparar el día mientras esperamos el avión
7 am (5 horas de vuelo) Agenda del día, revisión del material a presentar, notas de entrevistas, etc.
10 am - 1 pm Ganamos 3 horas con el cambio, llegamos al cliente:
- Entrevistamos a 6 personas en 6 dept. diferentes
- Pedimos la información que necesitamos
- Nos reunimos con la directiva para fijar expectativas
1 pm - 3 pm
- Escuchamos llamadas de clientes en cuatro diferentes puestos
3 pm - 6 pm
- Analysis de datos, preparamos primer borrador de conclusiones
- Entrevista con otros departamentos
6 pm Reunión final con la directiva (son las 9pm de la noche de NY y todavía no hemos comido. Llevamos sin parar 15 horas)
7 pm - 11 pm Hotel: cenamos mientras preparamos el documento resumen de resultados.
11 pm vuelta al aeropuerto para coger el avión de vuelta a NY. Un par de horas mas de curro en el avión + 2 horas de sueño
6 am llegada a NY, ducha y camino de la oficina de nuevo
7 am - 9 pm dia normal de trabajo
Supongo que es difícil de creer, pero aún así adoro mi trabajo y a pesar de los sacrificios personales a hacer creo que recibo mucho más que ofrezco.
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4 comments:
tas chalao
Si, esta muy bien, pero... hay algo que no que no me cuadra. Entonces ¿ese dia no saliste a correr?
Tío... Con esa vida sólo se me ocurre decir que el master no te ha servido de mucho, no? :-/
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/26/ciencia/1193410444.html?a=c74205ef11809cdb717c817e74ca643c&t=1193480769
La falta de sueño altera gravemente la parte 'emocional' del cerebro
* Un neurólogo dice que dormir poco nos vuelve "irracionales y primarios"
NUEVA YORK.- La falta de sueño afecta muy seriamente a la parte 'emocional' del cerebro y nos hace más propensos a las depresiones y a las enfermedades mentales. Según un reciente estudio del neurólogo de la Universidad de Berkeley Matthew Walker, publicado en el último número de 'Current Biology', dormir menos horas de las necesarias (de siete a ocho diarias) altera la capacidad de respuesta del lóbulo prefontal, la parte del cerebro que regula las emociones, y conduce a comportamientos 'irracionales y primarios'.
A tiempo para el cambio horario, y en declaraciones a Live Science, Matthew Walker asegura haber econtrado una nueva y poderosa razón para dormir: "El sueño restaura los circuitos emocionales, y haciendo esto nos prepara para los retos y las interacciones sociales del día siguiente. La falta de sueño, por el contrario, rompe los mecanismos que nos protegen de las enfermedades mentales".
El estudio de Walker, con el auspicio de la Harvard Medical School, se llevó a cabo entre 26 pacientes sanos, entre los 18 y los 30 años, que fueron dividos en dos grupo: los que durmieron lo suficiente y de una forma controlada, y los que fueron privados de sueño o incluso mantenidos despiertos durante 35 horas seguidas. Con la ayuda de un dispositivo de resonancia magnética (MRI), Walker visualizó las alteraciones en las conexiones del cerebro causadas por la falta de sueño.
"Normalmente se ha asociado el sueño insuficiente con un estado letárgico y poco reactivo", añade Walker. "Lo que hemos descubierto, sin embargo, es que la amígadla (el resorte del cerebro que mantiene las emociones bajo control) se vuelve hasta el 60% más reactiva. De alguna manera, es como si se produjera una reversión en el estado evolutivo del cerebro, que adopta un patrón de conducta más irracional, más primitivo".
El neurólogo de Berkeley afirma que su estudio ha probado que puede existir una conexión en la creciente falta de sueño entre la población y el aumento de las enfermedades mentales. "La cuestión de fondo es que el sueño no es lujo, sino una necesidad biológica para mantenernos emocionalmente sanos", agrega Walker.
Diversas investigaciones habían demostrado hasta ahora que la falta de sueño disminuye nuestra capacidad inmunológica, afecta al metabolismo y afecta gravemente a las capacidades de aprendizaje, de la atención a la memoria. El nuevo estudio pone por fin sobre el tapete la vertiente emocional, relegada hasta ahora a segundo plano.
Mary Carskadon, una psiquiatra de la Universidad de Brown que lleva tiempo estudiando la endémica falta de sueño entre los niños y adolsecentes norteamericanos, apunta que puede haber una estrecha relación entre el aumento de las depresiones y el comportamiento errático de la adolescencia y las insuficientes horas de descanso. "Lo que aún no sabemos", admite, "es si este problema tiene una incidencia directa en enfermedades mentales más graves como el desorden bipolar".
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